Trabajo de masajista en un Spa

Trabajar en un SPA es ideal para coger experiencia y desarrollarnos como masajistas en un amplio abanico de masajes, estética y terapias de otra índole. El tipo de cliente de un SPA busca experiencias nuevas, descubrir terapias y masajes nuevos. Lo que da la oportunidad al terapeuta a desarrollarse mucho más que en una cabina privada donde los clientes suelen venir a por un masaje más concreto. Con lo cual me parece una excelente elección, sobre todo los primeros años de nuestro desarrollo como profesionales del masaje.

Ropa de masajista

Cada centro Spa tiene su uniforme, color y diseño. Normalmente solían usarse ropa sanitaria, aunque cada vez más, la ropa de masaje va cogiendo su propia personalidad. La temática del centro influirá mucho en este. Debe ser ropa amplia, comoda, transpirable. Los colores son variados pero predominan los claros para dar sensación de limpieza la cual es un requisito fundamental.

Los olores de un SPA

En un trabajo donde vamos a estar tan cerca del cliente, la limpieza y orden debe ser ejemplar pero también evitando colonias, desodorantes, productos de limieza con olores demasiado fuertes. Primando olores naturales, agradables y lo más naturales posibles

Debemos ser lo más coherentes posibles en nuestro trabajo, si trabajamos para el bienestar de nuestros cliente y el nuestro trataremos que aceites, esencias,aromas esten en armonía con este pensamiento evitando los químicos lo máximo posible.

Abalorios como pulseras, relojes, cadenas, anillos… deberan ser retirados en las horas de trabajo para el correcto desarrollo de nuestro trabajo.

Normas de cortesía durante un masaje

El masaje empieza en la presentación y termina en la despedida. Normalmente si trabajamos en centro Spa, habrá muchos clientes que no conozcamos, que sea su primera vez en nuestro centro o incluso su primer masaje.

Una correcta presentación con nuestro cliente es esencial.

Acompañaremos al cliente hasta la cabina y le daremos las instrucciones necesarias, para que se acomode en la camilla.

Información del cliente deberia estar guadada en una pequeña ficha (la recepcionista), teniendo en cuenta la ley de proteccion de datos vigente. Los datos del cliente nos interesan, para saber si el cliente es repetidor, si tiene algun tipo de problemas o contraindicaciones, si cliente tiene algunas preferencias. Es muy importante llamarlo por su nombre, nunca por el número de la habitación.

Intentaremos ocuparnos de saber si ha tenido o tiene algún problema, que nos sea de interés a la hora de darle el masaje. Aunque en este masaje normalmente lo reciben gente “sana” puede tener operaciones, poca movilidad en algún miembro, problemas de piel…

Esta información es de carácter privado y nunca hablaremos de ella de manera informal.

Muy importante saber las contraindicaciones del masaje, ante la duda  siempre consultar con el manager o encargado antes de dar masaje a alguien, que creamos que puede tener algún problema grave.

La preparación de la cabina: luz tenue, aromas agradables (aromaterapia), música adecuada – son parte del ritual de un buen masaje. La temperatura debe ser óptima (para el cliente).

Debemos tratar al cliente con cortesía y tener en cuenta, que a lo mejor el no está acostumbrado a desnudarse o estar con poca ropa con un desconocido (siempre toalla).

Durante el masaje, no dudes en preguntar por si esta todo de su agrado, presión del masaje, aire acondicionado, volumen de la música…

Una vez terminado el masaje, dejamos unos minutos relajado al cliente, le comentamos que hemos terminado y que puede relajarse un momento y después vestirse.

Nunca abandonar al cliente después del masaje, pasados unos minutos volveremos, preguntaremos si fue todo de su agrado y resolveremos sus dudas si las tuviera.

Por último se le acompaña y se le ofrece agua y/o te y se le despide.

Bueno, estas son unas normas básicas de cortesía durante el masaje. Cada centro puede tener las suyas y vosotros mismos podéis marcar las vuestras. La cuestión es, que el cliente siempre se sienta arropado por su masajista.

Cliente o paciente

Esto, aunque podemos caer en el error de utilizarlos como sinónimos, no es correcto. Nosotros desde el wellness siempre trabajaremos con clientes “sanos”. Serán siempre clientes, aunque tengan algun problema de salud, pues nosotros no vamos a tratarlo.

A nivel sanitario tienen pacientes con patologías “no sanos”. Es muy importante usar un correcto vocabulario dentro de un sector, donde no queremos herir sensibilidades, ni llevar a confusiones.